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La ballena del Támesis

MURIÓ LA BALLENA DEL TÁMESIS

La ballena que desde el viernes merodeaba por el río Támesis murió cuando era trasladada en una barcaza de regreso a alta mar.
El cetáceo, de seis metros de largo y varias toneladas de peso, viabaja protegido por una balsa inflable donde era constantemente mojada y monitoreada.
Sin embargo, el trauma del viaje y de pasar casi dos días nadando en las aguas pocas poco profundas del río pudo más que los esfuerzos del equipo de veterinarios por salvarla.

"Es un final triste para un largo día", dijo Alan Knight, miembro del equipo de rescate.
"Pero es lo mejor que pudo haber pasado. Si hubiese continuado así, no la habríamos podido liberar. A lo mejor, nos ahorró una decisión muy difícil de tomar", añadió Knight.
El especimen, del tipo "nariz de botella", generalmente habita en las aguas profundas del norte del Atlántico, pero el viernes apareció nadando frente al Big Ben y las Casas del Parlamento.
Su sorpresiva presencia atrajo la atención de muchos británicos y capturó las primeras planas en todos los diarios y noticieros del país.
Desde el viernes, cientos de personas se acercaron a los bancos del río para observar al inesperado visitante.
Los expertos intentaban llevarla de nuevo a altamar. Los cambios en las mareas y de la dirección de la corriente que cada día gobiernan las aguas del río Támesis hicieron difícil el rescate.
El viernes en la tarde, los expertos intentaron hacer que nadara contra corriente hacia el mar sin éxito, pues la ballena estaba exhausta y desorientada.
Cuando cambió la dirección de la corriente en la noche, el cetáceo desapareció de vista por varias horas.
Un avistamiento en Greenwich, cerca del estuario del río, alimentó las esperanzas de que se estuviera nadando en la dirección correcta.
Pero en la mañana del sábado, la ballena apareció cerca de Albert Bridge, en Chelsea, cerca al centro de Londres, lo que echó por tierra los deseos de los veterinarios.
A medida que se acercaba la hora de máxima marea baja, a medio día, los expertos temían que el animal se quedara varado en las poco profundas riberas del río.
Cuando quedó finalmente embarrancado, con la ayuda de barreras flotantes el equipo de rescate pudo controlar al cetáceo y trasladarlo a una embarcación para transportarlo hasta el estuario del Támesis.
Esta es la primera vez que se ve una ballena de esta especie en el Támesis en por lo menos 90 años.
Por otra parte, una marsopa muerta fue encontrada en la orilla del río en el oeste de la ciudad.

Fuente BBC Mundo

29/01/2006 21:02:16