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Expedición antártica

A bordo de un velero hasta una Antártida que se descongela

El próximo 15 de diciembre, una expedición de la Sociedad Astronómica y Geográfica de Ciudad Real viajará hasta la Antártida, el segundo destino de su reto "De polo a polo", con el que recorrieron Groenlandia el pasado año. A bordo de un velero de 14 metros de eslora, bajarán hasta el Círculo Polar Antártico y, en hielo firme, realizarán diversos experimentos científicos, algunos en colaboración con la "Campaña Antártica" del Ejército instalada en las bases españolas.

Un astrofísico, un ornitólogo, un geógrafo y un informático, todos miembros de la Sociedad Astronómica y Geográfica de Ciudad Real (Sagcr), acompañados por un equipo de la televisión pública castellano-manchega, emprenderán la que será la etapa sur de su periplo por los dos polos terrestres, que durará un mes. La Expedición Inmovell se subirá en el puerto argentino de Ushuaia al velero "Santa María", una embarcación de 14,74 metros de longitud con la que navegarán durante dos semanas por el Cabo de Hornos y el Estrecho de Drake. De este modo, descenderán hasta el Círculo Polar Antártico, donde no llegan los barcos de turistas y en el que sólo suelen adentrarse los buques rompehielos.
"Dice la leyenda de los antiguos marineros que bajo los 40 grados de latitud sur no hay ley, y bajo los 50 no hay dios. Nosotros bajaremos hasta los 65 grados sur y esperamos encontrarnos con las dos cosas", bromea Manuel José Carpintero, presidente de la Sagcr y geógrafo de la expedición. Tiene claro que sí se encontrarán con grandes bloques de hielo, olas de hasta 30 metros, fuertes vientos y una sensación térmica de 30 grados bajo cero, nada comparado con las temperaturas que tuvieron que soportar en su anterior viaje, al Ártico, que ahora rememoran con una exposición fotográfica.
En esta ocasión, el viaje al Polo Sur estará protagonizado por experimentos astronómicos, geográficos, ornitológicos y sobre todo, medioambientales. "Vamos con la idea de confirmar nuestras sospechas, que el cambio climático está afectando con especial dureza a esta zona del planeta. El deshielo ha borrado parte del Polo Sur, y otra ha quedado inundada por las aguas. Al norte, donde estuvimos el año pasado, ya no podemos volver porque se está derritiendo", señala.
El equipo científico medirá la radiación ultravioleta a lo largo de todo el viaje para comprobar el estado de la capa de ozono en la Antártida, así como la concentración de oxígeno, monóxido de carbono y ozono en la troposfera, mediante un dosímetro de radiación y un detector de gases. Para estudiar el agua, tanto la del mar como la procedente de icebergs y la superficie helada, recurrirán a medidores del ph que también analizarán su conductividad, salinidad y temperatura. Y para observar el cielo ártico, dos telescopios, uno de observación terrestre y otro nocturno, que instalarán en la península antártica.
El estudio de las aves también entra en sus planes. Especialmente, el de las pelágicas que cruzan el estrecho de Drake. Pretenden observar cómo les afecta el aumento del turismo en esa zona ya que, asegura Carpintero, otras aves como los pingüinos ya se han investigado suficientemente en otras expediciones. Colaborarán además con la "Campaña Antártica" del Ejército en la elaboración de un censo de leones marinos, y estudiarán parásitos de otros animales para conocer el efecto que tiene sobre ellos el cambio climático. Precisamente, los militares compartirán sus bases (Juan Carlos I y Gabriel de Castilla) con los expedicionarios ciudadrealeños, que intentarán conectar desde allí con la Estación Espacial Internacional, donde se encuentra Michael López-Alegría, miembro de honor de la Sagcr.

26/11/2006 18:18:34