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Un juvenil de águila imperial ibérica electrocutado en una finca ubicada en el pueblo Torre de Juan Abad (Ciudad Real). (Foto: Patricia Maldonado)

Aprueban medidas para proteger a las aves de los choques con líneas eléctricas

El Gobierno ha aprobado en el Consejo de Ministros un Real Decreto con medidas para proteger la avifauna del riesgo de electrocución en líneas eléctricas de alta tensión en Zonas de Especial protección para las Aves (ZEPA).
Este nuevo Real decreto deroga al 263/2008, de 22 de febrero, con el fin de subsanar el defecto de forma que contenía relacionado con su notificación previa a la Comisión Europea por su contenido técnico.

El objetivo de este Real Decreto es reducir el riesgo de muerte por electrocución y colisión de las aves contra líneas de alta tensión a través de dos tipos de medidas de protección: medidas contra la colisión de las aves y medidas contra la electrocución. Ambos tipos de medidas se aplican, con carácter general a las líneas eléctricas aéreas de alta tensión de nueva construcción y a sus modificaciones.
Así, se establece que las medidas contra la colisión serán de aplicación voluntaria y se prevé un régimen transitorio de adaptación para las instalaciones que tengan el proyecto pendiente de aprobación o que teniendo el proyecto aprobado aún no hayan entrado en funcionamiento.
La mortalidad de aves amenazadas por electrocución y colisión en las líneas eléctricas ha crecido de forma alarmante durante los últimos años, debido a la mayor demanda de energía eléctrica que ha exigido el incremento del número de líneas y tendidos eléctricos instalados en el medio natural.
Tanto es así que se ha convertido en el principal problema de conservación para especies tan emblemáticas como el águila imperial ibérica, el águila-azor perdicera y otras grandes rapaces. La electrocución afecta también a muchas especies más comunes, como águilas reales, culebreras, aguilillas calzadas, milanos negros, azores, ratoneros, cigüeñas y búhos reales, entre otras.
En el caso del águila imperial, una especie endémica de la Península Ibérica, en el periodo 1991-2003 murieron electrocutados un mínimo de 68 ejemplares (la población actual reproductora está compuesta tan sólo por algo más de 200 parejas), cifra que representa más del 50% de la mortalidad no natural conocida en esta especie.
Se calcula que varias decenas de miles de aves mueren cada año en España debido a la mortalidad provocada por los tendidos eléctricos, acarreando al mismo tiempo estas anomalías cortes e irregularidades en la distribución eléctrica.

Fuente El Mundo.

16/09/2008 21:57:10